El verano es el momento en el que el huerto es más productivo. Por desgracia, coincide con el periodo en que el centro está inactivo. Aún así hemos podido recoger alguno de los frutos de la temporada.
La instalación de un programador de riego en nuestro huerto nos ha permitido mantener la humedad del suelo, y con ello permitir el desarrollo de otros cultivos que han tenido su siembra durante la primavera, pero cuyos frutos no se recogerán hasta el otoño, como es el caso de las calabazas.
Sin embargo, al no estar el alumnado, ni el profesorado para cuidar del espacio del huerto, han proliferado las malas hierbas, lo que supondrá un trabajo extra de limpieza del terreno en septiembre, cuando se reinicien las clases, y con ellas, de nuevo la actividad en el huerto.